"Si tuviera más talento para otra cosa, haría otra cosa." ("Rush", Ron Howard, 2013)

"Rush" es una especie de biopic, al menos en los primeros 30 minutos. Sí, cuenta la historia de la rivalidad entre dos pilotos de Fórmula 1 a mediados de la década de 1970 del Siglo pasado. James Hunt (Chris Hemsworth) y Niki Lauda (Daniel Brühl). 

Quien escribe fue, de chiquito, un fanático de la F1. No por Reutemann, sino por Niki Lauda. El piloto que estuvo en el Infierno y que volvió para ganar, y que aún sigue con vida cuando esto se escribe. Dejé la F1 hacia 1984, cuando Lauda ganó su último campeonato del mundo. Niki no era una máquina: era una sola cosa con la máquina, en una época en lo que lo más natural de este deporte era que los pilotos se mataran corriendo. Era una verdadera bestia corriendo. Los autos de F1 de esa época eran hermosos, rápidos y mortalmente peligrosos.

La película de Howard cuenta mayormente la temporada de 1976, cuando Lauda sufre un gravísimo accidente en la pista de Nurburgring. En este accidente la Ferrari de Lauda se incendia y el piloto permanece por más de un minuto en una nube de llamas y vapores tóxicos, a raíz de lo cual queda desfigurado, fracturado y con quemaduras en los pulmones. Cuarenta días después del accidente, Lauda está de nuevo a bordo de una Ferrari en el Gran Premio de Monza y sale cuarto. Ese año queda subcampeón, siendo triunfador James Hunt.

La largada de Nurburgring en 1976, según Ron Howard.


En "Rush" vemos esas máquinas desde una perspectiva que solo puede dar la cámara puesta en grúas y rieles, y no es que veamos maquetas ni reconstrucciones digitales. Son esos mismos autos, con aquellos movimientos bruscos en la salida, fruto de volantazos milimétricos. Howard ha puesto la cámara en lugares en los que a uno le hubiera encantado estar. Y es que al director de marras le encanta fabular sobre historias reales ("Apollo XIII", "A beautiful mind"), y debe reconocérsele su habilidad narrativa. 

La cámara en el casco de Hunt (Hemsworth), y la Ferrari de Lauda (Brühl) en el retrovisor.
Por lo tanto se dejan sentir la furia, el apasionamiento, la locura y el dolor. Y las ganas de ganar. Esta película me ha mostrado que Chris Hemsworth es un muy buen actor (sí, chicas) y confirma que Brühl... bueno, de Brühl ya sabíamos pero es, creo, el personaje que mejor ha compuesto hasta el momento. Basta ver los reportajes al verdadero Niki Lauda. 

Es una bella película, "Rush". Llena de nombres que son símbolos que perduran hasta hoy, pero por sobre todas las cosas es un emocionante culebrón acerca del valor y de eso de sobreponerse a la adversidad y a la derrota y a la muerte, que sería una terrible cursilería si no fuera porque Niki Lauda, su carrera, su historia y sus cicatrices son ciertas.

Los verdaderos Lauda y Hunt, en 1976.

Abrazos.

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