"Together we stand. Divided we fall." ("House of cards", temporada 1, David Fincher)
Dos cosas diremos de entrada: La serie es buenísima. David Fincher dirige solamente tres capítulos, como para darle cuerda al estilo.
Crear un personaje como Francis Underwood entraña un riesgo enorme. Hay que poder sostenerlo. Aunque lo interprete el mismísimo Keyser Soze.
Pasa que el tipo es muchísimo más inteligente que los guionistas, con lo cual el pobre Francis empieza a hacer cosas que no van consigo mismo. Y aquí podemos decir que es su humana naturaleza que lo hace obrar a veces de manera harto predecible y a veces un poco estúpida. Yo creo que Francis podría dar muchísimo más de sí, y que el problema es la humana naturaleza de los guionistas.
"House of Cards" es una excelente serie que trata sobre los entresijos de la política pasillero-lobbysta norteamericana, y que navega a dos aguas entre alguna problemática social y ninguna política de Estado, que sirven de marco y anécdota olvidable, para centrarse en las maniobras maquiavélicas de un señor que vive al servicio de su ego, con el entorno y herramientas propias de la alta política norteamericana. Acá no vamos a encontrar referencias a la política exterior norteamericana, y vagamente encontraremos alguna referencia a la interior. Esto porque uno quiere interpretar, porque la verdad es que el guión va por el lado del culebrón. Bien hecho, bien actuado, bien dirigido. Pero culebrón al fin.
Cantamos loas a los personajes de Francis, de Claire, de Peter, de Zoe, de Christina. Una pena que empiecen a demostrar debilidades demasiado obvias, que la fórmula:
Esto-que-parece-cerrado->En-dos-capítulos-sale-a-la-luz
Se descubra en el cuarto episodio. Lástima que Fincher no la siga dirigiendo... Y aun así, qué buena serie. Qué buen producto. Qué maravilla esto de ver que ciertos intelectos sólo tienen desarrollo posible en una pantalla, porque al final del día, un dron te puede mandar flor de corchazo en Yemen, sólo porque Undewood no pudo mantener a raya sus apetitos carnales.
Qué va'cer
Abrazos
Crear un personaje como Francis Underwood entraña un riesgo enorme. Hay que poder sostenerlo. Aunque lo interprete el mismísimo Keyser Soze.
Pasa que el tipo es muchísimo más inteligente que los guionistas, con lo cual el pobre Francis empieza a hacer cosas que no van consigo mismo. Y aquí podemos decir que es su humana naturaleza que lo hace obrar a veces de manera harto predecible y a veces un poco estúpida. Yo creo que Francis podría dar muchísimo más de sí, y que el problema es la humana naturaleza de los guionistas.
"House of Cards" es una excelente serie que trata sobre los entresijos de la política pasillero-lobbysta norteamericana, y que navega a dos aguas entre alguna problemática social y ninguna política de Estado, que sirven de marco y anécdota olvidable, para centrarse en las maniobras maquiavélicas de un señor que vive al servicio de su ego, con el entorno y herramientas propias de la alta política norteamericana. Acá no vamos a encontrar referencias a la política exterior norteamericana, y vagamente encontraremos alguna referencia a la interior. Esto porque uno quiere interpretar, porque la verdad es que el guión va por el lado del culebrón. Bien hecho, bien actuado, bien dirigido. Pero culebrón al fin.
Cantamos loas a los personajes de Francis, de Claire, de Peter, de Zoe, de Christina. Una pena que empiecen a demostrar debilidades demasiado obvias, que la fórmula:
Esto-que-parece-cerrado->En-dos-capítulos-sale-a-la-luz
Se descubra en el cuarto episodio. Lástima que Fincher no la siga dirigiendo... Y aun así, qué buena serie. Qué buen producto. Qué maravilla esto de ver que ciertos intelectos sólo tienen desarrollo posible en una pantalla, porque al final del día, un dron te puede mandar flor de corchazo en Yemen, sólo porque Undewood no pudo mantener a raya sus apetitos carnales.
Qué va'cer
Abrazos
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