"Buenas noches" (Concierto de Damon Albarn en el Gran Rex - 7/10/2014)

Y he aquí que nos mandamos para un Gran Rex repleto, ese teatro que parece angosto de tan grande, y que encima es empinadísimo, en el que debe caber aproximadamente bocha de gente. Aquí se venía la segunda noche de Damon Albarn en Argentina (es decir, en Buenos Aires, pero no vamos a llorar aquí), espectáculo del que a continuación vamos a hablar brevemente.

Albarn vino a presentar ese rosario cuentitas brillantes que es "Everyday Robots", su álbum solista de este año del Señor de 2014, y vaya si lo presentó. Damon se vino con una patota compuesta por Seye en el bajo y otros encordados, Pauli en batería,  Jess Wootton en guitarra y Mike Smith en teclados. Esto más un trompetista, un rapero oriundo de Ghana que a que no saben qué tema canta, y un coro onda gospel, compuesto por unas seis personas.


Damon dándole trabajo al pelado de seguridad, mientras repite que
no es que sea feliz, sino que más bien se siente alegre.
Con el heptagrama que lo acompaña en la gira sobre el telón de fondo y en el piano, una iluminación ajustadísima y un sonido que te vuela las chapas del cerebelo, Albarn fue mechando los temas del susomentado álbum con temas de Blur y de Gorillaz. No relataremos el concierto completo, pero sí diremos que el sonido en escena fue exquisito. Pero te juro que exquisito de que escuchabas cada instrumento y cada matiz. Dominan los graves de Seye, y por supuesto la voz de Albarn.

La banda tiene una precisión quirúrgica, esa que tanto nos agrada y que permite escuchar todo todo, sin un solo fallo ni un solo traspié. Diremos que los momentos más excelsos de este show excelso fueron también los más sutiles: "Hostiles", "You and me", "Hollow ponds"... "More than you know".  Y que como era un concierto de rocanrol, no faltó la oportunidad para dar  saltos y cabriolas. Más o menos. Por ejemplo en el momento "Photographs (You are taking now) - Kingdom of Doom", o en el momento "All your life". Ni qué decir del momento "Clint Eastwood".

Luego de una versión alargada de "Mr. Tembo", Damon y su banda en pleno se despidieron con "Heavy Seas of Love", saludando al público con reverencias, dejándonos con una boba sonrisa en el rostro y con el corazón abrazadito de música, flotando por una escalera y después por una vereda y una calle en la que la gente parecía sonreir también, porque tal vez no fuéramos felices, pero quién podía negar que nos sentíamos alegres.

Abrazos
 

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