"I'm not implying it, I'm saying it: I'm dead. Dead as Disco." ("American Horror Story" -Temporada I - Ryan Murphy, 2011)
Una familia destrozada trata de reconstruirse mudándose a una vieja y hermosa casa en los suburbios de Los Ángeles. En esa casa se han cometido todos los crímenes que se te ocurran haciendo memoria de cada película de horror y suspenso que hayas visto, y por tanto está habitada por una legión de espíritus que no se andan con pruritos de ningún tipo a la hora de interactuar con los vivos.
El problema es que los vivos están tan enfermos de egoísmo, autocompasión, tristeza, culpa, celos, odio, arrepentimiento y otras locuras, que tanto da lo natural y lo sobrenatural. Al fin y al cabo, la casa está llena de almas torturadas que han transgredido todo límite. Cada escena puede contener lo que se te ocurra. Y lo que se te ocurra puede venir desde cualquier rincón. Claro que si está en penumbras, muchísimo mejor. Cada escena está preñada de contenido. Aquí nadie explica nada: vas a tener que soportar una trama complejísima donde cada punto tiene sentido por sí solo, donde cada pequeño nudo se bifurca hacia centenares de direcciones todas posibles, todas verosímiles.
"American Horror Story", al menos en esta primera temporada, es una serie llena de humor. De ese humor negro que nos brota naturalmente en los entierros, cuando estamos tan cerquita del límite más claro que tenemos los seres humanos. Es un juego donde conviven todos los clichés del cine de horror clásico, de ese que no necesita más que un poco de sangre y buen maquillaje.
Taissa Farmiga (hermanita de Vera, "The Conjuring", esas coincidencias), está fabulosa. Lo mismo Connie Britton y Dylan McDermott. Pero Taissa, junto con Evan Peters, se devoran la serie. El arte es complejo (Edward Lubin, Ellen Brill), porque la misma locación debe traer remembranzas de épocas distintas. Aunque en general es todo muy setentas, a Dios gracias. Qué cosa más bien hecha.
Aplausos de pie para el vestuario, el maquillaje (no solamente las heridas mortales, el maquillaje de época), el peinado.
Jamie Brewer, maravillosa Adelaide. Y Jessica Lange que es sobrenaturalmente hermosa y una actriz del carajo por siempre.
Gracias, Patri, por recomendarme esta joya. Forever in debt to your priceless advice.
Abrazos.
El problema es que los vivos están tan enfermos de egoísmo, autocompasión, tristeza, culpa, celos, odio, arrepentimiento y otras locuras, que tanto da lo natural y lo sobrenatural. Al fin y al cabo, la casa está llena de almas torturadas que han transgredido todo límite. Cada escena puede contener lo que se te ocurra. Y lo que se te ocurra puede venir desde cualquier rincón. Claro que si está en penumbras, muchísimo mejor. Cada escena está preñada de contenido. Aquí nadie explica nada: vas a tener que soportar una trama complejísima donde cada punto tiene sentido por sí solo, donde cada pequeño nudo se bifurca hacia centenares de direcciones todas posibles, todas verosímiles.
"American Horror Story", al menos en esta primera temporada, es una serie llena de humor. De ese humor negro que nos brota naturalmente en los entierros, cuando estamos tan cerquita del límite más claro que tenemos los seres humanos. Es un juego donde conviven todos los clichés del cine de horror clásico, de ese que no necesita más que un poco de sangre y buen maquillaje.
Taissa Farmiga (hermanita de Vera, "The Conjuring", esas coincidencias), está fabulosa. Lo mismo Connie Britton y Dylan McDermott. Pero Taissa, junto con Evan Peters, se devoran la serie. El arte es complejo (Edward Lubin, Ellen Brill), porque la misma locación debe traer remembranzas de épocas distintas. Aunque en general es todo muy setentas, a Dios gracias. Qué cosa más bien hecha.
Aplausos de pie para el vestuario, el maquillaje (no solamente las heridas mortales, el maquillaje de época), el peinado.
Jamie Brewer, maravillosa Adelaide. Y Jessica Lange que es sobrenaturalmente hermosa y una actriz del carajo por siempre.
Gracias, Patri, por recomendarme esta joya. Forever in debt to your priceless advice.
Abrazos.
Ay gordito, cómo me alegra que te gustara. Especialmente los primeros episodios son puro disfrute y sorpresa.
ReplyDeleteMil besos