"El jefe de todo esto" ("Direktøren for det hele")
Al arrancar nomás, el director de "El jefe de todo esto" nos advierte que andaba con ganas de contar una historia graciosa y sin profundas implicancias. Una comedia livianita en la que no vale la pena bucear buscando el halago intelectual. Bien a lo Lars Von Trier.
Ravn (Peter Grantzler) es el presidente de una empresa, y está a punto de venderlo todo y de despedir a sus empleados. Pasa todos los días, pero es el caso que Ravn jamás ha sido capaz de dar la cara y hacerse cargo de sus decisiones ante sus subordinados. Ha convencido a todos de la existencia de un "Dueño" de quien él no es más que un mero intermediario condenado a ejecutar decisiones inapelables. "Pobre Ravn".
Pero en esta oportunidad, "El Jefe de todo esto" debe hacerse presente, para lo cual Ravn contrata a un actor, Svend (Jens Albinus). Desde aquí comenzarán a revelarse los enredos que ha ido urdiendo el "pobre Ravn", que no ha dudado incluso en hacerse donar dinero por sus empleados. Y créanme que es lo de menos.
Muy bien la actriz Iben Hjejle (la van a recordar de "Alta fidelidad", con John Cusack, del que haremos una maratón muy pronto) y el absolutamente hilarante personaje del islandés Finnur, que detesta a los daneses. Los diálogos entre Ravn y Svend son una maravilla. Y aunque se lucen todos, Jens Albinus brilla como el que más.
En fin, que nadie se sienta tentado de finas interpretaciones. El propio Von Trier lo advierte más de una vez. Cualquier semejanza con los fingimientos de la vida diaria es casual coincidencia.
Ravn (Peter Grantzler) es el presidente de una empresa, y está a punto de venderlo todo y de despedir a sus empleados. Pasa todos los días, pero es el caso que Ravn jamás ha sido capaz de dar la cara y hacerse cargo de sus decisiones ante sus subordinados. Ha convencido a todos de la existencia de un "Dueño" de quien él no es más que un mero intermediario condenado a ejecutar decisiones inapelables. "Pobre Ravn".
Pero en esta oportunidad, "El Jefe de todo esto" debe hacerse presente, para lo cual Ravn contrata a un actor, Svend (Jens Albinus). Desde aquí comenzarán a revelarse los enredos que ha ido urdiendo el "pobre Ravn", que no ha dudado incluso en hacerse donar dinero por sus empleados. Y créanme que es lo de menos.
Muy bien la actriz Iben Hjejle (la van a recordar de "Alta fidelidad", con John Cusack, del que haremos una maratón muy pronto) y el absolutamente hilarante personaje del islandés Finnur, que detesta a los daneses. Los diálogos entre Ravn y Svend son una maravilla. Y aunque se lucen todos, Jens Albinus brilla como el que más.
En fin, que nadie se sienta tentado de finas interpretaciones. El propio Von Trier lo advierte más de una vez. Cualquier semejanza con los fingimientos de la vida diaria es casual coincidencia.
Maravilloso personaje el de Finur:_ "Por eso este país (por Dinamarca) está muerto intelectualmente hace 200 años"_, dice en un ataque de ira.
ReplyDeleteY más adelante se despacha . "Yo no sé como soportamos 400 años de invasión de gente tan imbécil"....jeje..e ilumina un poco sobre la historia articulada de esos dos países, de paso.
Gracias, Laura, por pasarte por aquí. Most welcome.
ReplyDeleteEfectivemente, qué personaje. Y sus ataques de ira son asquerosamente verosímiles. Y es que toda la atmósfera de la peli respira autenticidad. Mucha cámara, mucho oficio tiene el Lars.
Besos muchos.