"Pero no bombardeen Barrio Norte" ("Iluminados por el Fuego", Tristán Bauer, 2005).

El 2 de abril de 1982, las fuerzas militares argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas, territorio argentino ocupado por Gran Bretaña desde 1833. Argentina estaba gobernada por una dictadura militar desde 1976, ya en franca decadencia para la época de la ocupación. El presidente de facto era el Tte. General Leopoldo F. Galtieri. El operativo tuvo un amplio apoyo popular en Argentina, y también aprobación de muchos sectores políticos, y de los medios de comunicación masivos. Por su parte, Inglaterra pasaba por una situación económica difícil, bajo el gobierno de Margaret Thatcher. La guerra de Malvinas es uno de los capítulos más dolorosos de todos los capítulos dolorosos que escribió la dictadura en Argentina.

"Iluminados por el Fuego"  es una ficción que arranca a principios del Siglo XXI, a partir del intento de suicidio de un ex combatiente (Vargas, Pablo Ribba), que desata los recuerdos y fantasmas de un ex camarada de armas devenido en periodista (Esteban, Gastón Pauls). La situación política y económica de Argentina a finales de los '90 era harto difícil otra vez, pero los recuerdos y fantasmas que se despiertan tienen que ver con las situaciones diarias que se vivían en las Islas: los jóvenes conscriptos se morían de frío y de hambre, y no pudieron ofrecer mucha resistencia ante el ataque inglés. A pesar de su coraje y de su amor por la Patria, fueron vencidos por las fuerzas inglesas y, lo que no puede comprenderse, humillados, torturados y ultrajados por sus jefes militares de carrera, hechos a la costumbre de humillar, torturar y ultrajar a su propio pueblo. Las tropas argentinas rindieron su posición el día 14 de junio de 1982, poco más de dos meses después del desembarco. La guerra marcó el final de la dictadura, el principio de una posición diplomática muy difícil para el reclamo argentino de soberanía sobre este enclave colonial inglés, y marcó para siempre la vida de quienes fueron enviados al frente de batalla a pelear una guerra perdida. La mayoría de los conscriptos tenía dieciocho años de edad.

La película de Bauer relata mucho del maltrato y la tortura de la que fueron víctimas los combatientes. La escasez de presupuesto trata de suplirse con un buen manejo de cámara y de la luz. La película transmite el frío y el dolor. Los combatientes fueron víctimas de muchas cosas además, durante y después de la guerra.

El 19 de febrero de 2015, la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó un recurso presentado por ex combatientes para que se investiguen y juzguen delitos de lesa humanidad cometido contra los conscriptos.

"Ustedes han peleado como verdaderos soldados, y serán recordados por todos los argentinos como héroes", dice un alto jefe militar en la escena de la rendición de Puerto Argentino. "Un perro ladraba en la noche vacía, y al final de la calle, solo mi madre me esperaba con su abrazo".

P.S.: "Pero no bombardeen Barrio Norte" es una estrofa de una canción de Charly García llamada "No bombardeen Buenos Aires", que odié durante muchísimo tiempo hasta que creí comprender la ironía. Barrio Norte es un lugar coqueto de nuestra culta, lejana y ajena Capital Federal.

Abrazos.

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