"You've ever think you're nothing?" ("Muriel's Wedding", P.J. Hogan, 1994)

Muriel (Toni Collette) se quiere casar. No es que tenga novio ni que esté enamorada de alguien en particular. Quiere casarse. Quiere vestir el vestido, calzar los zapatos, caminar hacia el altar. Porque si se casa, va a ser otra persona que no sea ella, esa horrible persona a quien tanto odia. 

"La boda de Muriel" o "El casamiento de Muriel" es una comedia divertida e inteligente, impecablemente filmada por este señor Hogan, quien unos años depués filmara la más flojita "La Boda de mi Mejor Amigo". Muriel es muchísimo más negra, expresiva y potente. "Muriel" es más valiente y más atrevida. "You're terrible, Muriel". Acompaña a Collette la lindísima Rachel Griffiths (yo la recuerdo de "Six Feet Under"), en un papel bonito y difícil. 


La peli, hoy por hoy, puede mover un poquito a la ternura o a la condescendencia durante los primeros diez minutos. Es de lo más kitsch, desde muchos puntos de vista. Después del momento "Waterloo", uno se rinde. 

Muriel es inocente, crédula, egocéntrica, egoísta e impiadosa. Los personajes y las situaciones empiezan a llegar a una sordidez que lastima. El vestuario es increíble (Terry Ryan) - Increíble la compenetración con las situaciones. Estas cosas parecen fáciles pero no lo son.
"Muriel's Wedding" es una muestra también de porqué a veces el trabajo de cámara debe apegarse sólidamente a la ortodoxia y limitarse a narrar. Considérese dicho lo mismo del montaje. Hay contrastes tristes y preciosos. Después, probablemente la miseria. A quién le importa.

Abrazos

 

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