"Stephen: you belong right where you are" ("Django unchained", Quentin Tarantino, 2012)

En la culta Berlín, a mitad de los '90 de otro siglo, en el transcurso de un festival de cine, se proyectaba "Pulp Fiction". Me tocaba estar en una casa de la calle Mehringdamm, donde acudían personas del mundillo de la publicidad.Tarantino estaba de moda en aquel momento entre aquella gente, y quedaba bien que te gustara.
Hoy se usa que Tarantino no te guste, que le busques fallas, gestos y desgastes. Me da la impresión de que a Tarantino estos vaivenes no le quitan el sueño, y con esto termina la discusión: vamos a hablar de "Django unchained".

El último filme de Tarantino es una historia moralizante, llena de personajes clichés, de guiños, de homenajes y de violencia. Parece que la hubiera escrito y dirigido Quentin Tarantino. Es, ante todo, una historia que no termina hasta que no se ha cerrado la última puerta y hasta que no se ha saldado la última canallada.

Django Freeman (Jamie Foxx) se une al Dr. King Schultz (Christoph Waltz) por mutua conveniencia. Uno es un caza recompensas. El otro busca a su esposa, Broomhilda Von Schaft (Kerry Washington), esclava en una plantación de Mississippi llamada Candyland. Conforman, Django y Schultz, una de las parejas más deliciosas que he visto en el cine. Waltz interpreta a un alemán elocuente y educado, que hace gala de un lenguaje exquisito y preciso. Tarantino vuelve a explotar la expresividad y el talento de Waltz, esta vez en la piel de un personaje muy diferente del soberbio Hans Landa de "Inglorious Basterds". Pero no sólo se lucen Foxx y Waltz. DiCaprio tiene sus momentos brillantes y el Stephen de Samuel L. Jackson es uno de los aciertos mas logrados de esta maravilla. Por hablar solamente de los personajes. Porque además está la fotografía, la luz, el vestuario, la belleza y la fealdad, los principios.
Y cada uno de los temas musicales, claro

Porque dijimos que era una filme moralizante. Moralizante a loShakespeare ("Y mira qué oportuno, aquí llega el Sheriff"). Es un filme acerca de la traición, de las motivaciones y del destino que encuentran los traidores en la pantalla. Es un filme, una historia, en la que el peor pecado es ser buchón y alcahuete, es ser esa clase de gente de mierda que cuida los intereses del que manda con más celo que el que manda. Y que se las arregla para hacerlo invocando principios que justifican hasta la más cruel de las traiciones. Éstos van a ser quienes nos apuñalen, porque al dueño de la plantación ya se lo espera.

Crines teñidas de sangre, sí. Y algodón salpicado de rojo. Tarantino.

Y basta. Vayan a verla en pantalla grande, disfruten de punta a punta. No le sobra un segundo ni un balazo. Es Tarantino en estado puro con la bajeza como pretexto.

Abrazos.



Comments

  1. Ya sabes que yo soy casi casi incondicional, pero con Django disfruté como una niña desde el principio (¡vaya escena de arranque más maravillosa!) hasta el último segundo. Y tuve momentos de carcajada, de sonrisa, de lágrima y de cerrar los ojos. No se puede pedir más. Bueno, sí: un gordo al lado.

    No estoy nada de acuerdo con la gente que dice que las únicas buenas películas de Tarantino sean Reservoir Dogs y Pulp Fiction (que son obras maestras, desde luego) y que "desde entonces no ha hecho nada bueno". Para mí, una de las principales virtudes de su cine es que cada pelicula es totalmente diferente a la anterior y, sin embargo, sabrías que es suya en los primeros 2 minutos. No creo que muchos más directores puedan decir lo mismo.

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    1. ¡Ah, Patri! Sé exactamente en qué momentos te habrías reído, sonreído y lagrimeado, y te eché de menos en cada uno de esos instantes, que (estoy seguro) eran los mismos por los que yo pasaba. ¿La vemos juntos de nuevo?
      Sabés que la peli es suya desde el principio. Tal cual. Acordáte del capítulo de CSI que dirigió Tarantino, o buscálo. Es tal como decís.
      ¡Beso!

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