"...o andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios. Seamos libres, que lo demás no importa." ("Revolución", Leandro Ipiña -2010)


"Revolución" es una película de ficción histórica que narra el cruce de la Cordillera de Los Andes por parte de un ejército de seis mil hombres, al mando del General José de San Martín, a principios de 1817. "Revolución" es conmovedora por varios motivos. Ya desde el comienzo, la música y las imágenes de esa muralla natural de apariencia inexpugnable, nos dan una idea de la dimensión de la gesta sanmartiniana. De San Martín y su ejército: un ejército popular, formado por lo más noble de este suelo: gente pobre, gauchaje, indiada y negros libertos. Mientras que en Buenos Aires se cocinaban los negocios de la naciente oligarquía, desde Cuyo y desde el Sur de Chile, alimentado por un fervor que sólo puede sentir el pobrerío oscuro, se levantaba el gigante que habría de tener el coraje de cruzar los Andes para hacerle la guerra al godo: Un San Martín irascible, estresado, que sufre los dolores de una úlcera (no podía ser de otra manera). Rodrigo de la Serna está magnífico en su papel.
"No peleamos por cualquier libertad.", dice el General. Buenos Aires le retacea fondos, le quita apoyo político, pero él y los demás héroes de la Revolución latinoamericana están dispuestos a quedarse en pelotas ("como nuestros paisanos, los indios") con tal de llevar su sueño hasta las últimas consecuencias. No pelaban por cualquier libertad. Ciertamente no por la libertad que le interesaba al malnacido de Rivadavia en Buenos Aires: la libertad de comercio, la mirada puesta en Europa.
Escribo ésto y mientras escribo voy pensando que algunas cosas no cambian y que otras vienen cambiando desde hace doscientos años. Y cómo cuesta. Escribo en desorden, sabrán disculpar. Las cosas que cambian despiertan el desagrado de muchos: los que desprecian al desdentado, al cartonero que se caga de frío, a la negrada a la que se dignifica con la AUH y con el acceso igualitario a la tecnología y a la vivienda sin vinchucas. Esa negrada queda bien en el uniforme del Ejército Libertador. A los que la desprecian, el uniforme les queda grande. A quienes hicieron su fortuna usando sangre de gaucho y organizando el genocidio del indio, a esos deberíamos despreciar.
Ipiña ha filmado una gran película con un reparto excepcional de actores apenas conocidos (salvo De la Serna), con el esfuerzo de la provincia de San Juan, con un trabajo enorme y muy bien hecho de los técnicos, de los talentosísimos vestuaristas, de los artistas digitales. Prescinde de la imagen edulcorada, como debe ser: la montaña es durísima, la guerra también.
Hay quien dice que a este país lo hizo grande "el campo". Mentira. A este país, grande o pequeño, lo forjaron los descastados. A las revoluciones las hacen los pueblos.
Hay que verla con los hijos, señalarles los colores de la piel de los héroes. Mis hijos son cuyanos, les sobran motivos para estar orgullosos.
Abrazos

Comments

  1. Siempre quiero hacerme un lugarcito para pasar y firmar aquí, donde el buen gusto en el cine se nota para aprender de quienes saben mirar.
    No soy una gran cinéfila (no porque no haya visto una gran cantidad, sino porque no suelo elegir muy bien y por eso siempre pido recomendaciones), tengo mis pelis preferidas hace muchos años ya, cosa que no se actualiza demasiado muy a mi pesar... Pero me has dado muchas ganas de ver este cruce de Los Andes!
    Lindo impulso reciben los artistas en mirar de nuevo a la historia y mostrar a travez de esos ojos lo que nos forjó la identidad.
    Tomo la sugerencia ;)

    Abrazo!

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  2. ¡Gracias Laura, por pasarte! Te recomiendo (sé que tenés chicos) que te pases también por
    http://revolucionpelicula.com/
    donde tenés acceso a muchísimo material extra, y también a un librito en PDF que cuenta un poco el contexto histórico desde una perspectiva yo diría menos "dialéctica". Hay también contenido referido al trabajo de los artistas (escenógrafos, vestuaristas, utileros...) que vas a disfrutar también.
    Abrazos

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  3. Genial, me voy a pasar por ahí.
    A mis nenes les falta para poder ver una peli tan violenta (el mayor está en 3er grado y el chiquitín todavía no habla), pero sí, cada vez que le hablan de historia en la escuela nosotros le hacemos el contrapeso. Hasta nos ha visto (a su padre y a mi) en actos escolares dando la espalda y manteniendo silencio de protesta cuando se canta el himno a Sarmiento, cosa que provocó alguna que otra pregunta. Digamos que somos un estado super intervencionista jajajja!!

    Abrazo!

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  4. ¡Qué lindo eso! Uno se acuerda de esos tipos de actitudes de los padres. Los míos me llevaban a unas cosas llamadas "actos relámpago" (corría la dictadura de Lanusse) y ellos eran ardorosos militantes de la JP. ¡Inconscientes! ¡Con una criatura! Ocultaban las pancartas entre la ropa, y cuando se juntaban diez o quince en una esquina, sacaban los trapos, se ponían a gritar "Lanusse, gorilón, salí de la Rosada que es la casa de Perón", y después se dispersaban.
    Los recuerdo haciendo esas cosas. Eran más pobres que las lauchas, les costaba un montón llegara mediados de mes, y además eran profundamente felices.
    Los chicos lo ven toooodo, todo.
    Abrazos!!

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  5. me encanto esta película, esta muy bien logrado el personaje de San Martin, una lastima que termine ahí... me quede con todas las ganas de una secuela, de que se desarrolle toda la campaña libertadora.

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  6. me encanto esta película, esta muy bien logrado el personaje de San Martin, una lastima que termine ahí... me quede con todas las ganas de una secuela, de que se desarrolle toda la campaña libertadora.

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